sábado, 20 de agosto de 2011

Mundial Sub-20 Colombia 2011 Mundial Sub-20 Colombia 2011

La selección colombiana no consiguió llegar la última jornada del Mundial Sub 20 de fútbol, pero eso no significa que el país no se esté jugando nada en la final de este sábado.

Mientras Brasil y Portugal se enfrenten por el título, el país anfitrión hará todo lo posible para que el cierre del torneo confirme la excelente impresión que Colombia ha causado entre jugadores, periodistas y visitantes.

"Definitivamente Colombia hizo un mundial al nivel de las grandes competiciones de la FIFA", dijo el viernes el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, Sepp Blatter.

"Confirmo que, efectivamente, a la fecha, este es el mejor (Mundial Sub 20 de la historia)", dijo por su parte el presidente del comité organizador, Rafael Salguero.

Y para un país obsesionado por reparar una imagen dañada por un conflicto armado de décadas y por el flagelo del narcotráfico, un torneo exitoso no podía ser más importante.

De hecho, en Colombia muchos todavía no superan la decepción causada por la decisión del presidente Belisario Betancourt de renunciar, en 1982, a la organización del Mundial de mayores de 1986, que eventualmente tuvo lugar en México.

Betancourt estimó en ese momento que el país tenía otras prioridades, y Colombia se consoló con el premio Nobel de Literatura otorgado poco antes a Gabriel García Márquez y con la idea de que ya se presentarían nuevas oportunidades.

La intensificación del conflicto armado y de la violencia asociada al narcotráfico, sin embargo, pronto hicieron que esa posibilidad se volviera impensable.

Y la organización, casi tres décadas más tarde, de la competencia que según Sepp Blatter es "la segunda en importancia de la FIFA", es un poderoso testimonio de lo mucho que han cambiado las cosas en el país en los últimos diez años.

Vitrina al mundo

Colombia espera además que el Mundial Sub 20 le ayude a hacer que el mundo reconozca esos cambios.

"Me encantó (que Colombia fuera sede del Mundial), porque eso atrae muchos extranjeros", le dijo a BBC Mundo Shirley Flores, una bogotana de 33 años.

"La imagen que tenemos en el extranjero no es la mejor, pero así pueden ver el don de gentes que tienen los colombianos", agregó.

En términos similares se expresó Juan Rodríguez, de 62 años, a pesar de que no le gusta el fútbol.

"Así se dan cuenta de que no somos tan violentos, tan pobres, y que tenemos gente que sirve para todo", afirmó.

Y a juzgar por la experiencia de David Novo, periodista del diario deportivo Record de Portugal, la estrategia parece estar funcionando.

"Antes tenía la idea de que era un país con poca seguridad, pero cambié de idea totalmente", le dijo a BBC Mundo después de la conferencia de prensa de Sepp Blatter.

"He visto mucha seguridad y pude comprobar que es un país muy hospitalario. Sólo tengo cosas buenas que decir del país. Voy a recomendar que las personas vengan a Colombia", afirmó.

Y algo parecido le ocurrió a Carlo Pizzigoni, quien llegó a Colombia para cubrir el torneo para la revista Il Guerin Sportivo y para el canal de televisión Sky Italia.

"Francamente tenía muchos prejuicios. Pero ninguno sobrevivió a este viaje. El torneo estuvo muy bien organizado y me sentí muy a gusto con la gente, pues todos son muy amables".

Legado

Obviamente, el nivel de exposición que garantiza un Mundial Sub 20 no se puede comparar con el que genera el torneo de mayores.

Mientras este último es visto en todo el mundo, los mundiales juveniles atraen sobre todo a los estudiosos del fútbol -interesados en conocer a las estrellas del mañana- y a los fanáticos de los países participantes.

E incluso en este caso, el nivel de atención por lo general está supeditado a los resultados.

"Ahora como estamos en la final le dan más importancia, pero al inicio en Portugal no creían mucho en la selección, entonces empezamos con una cobertura un poco más sencilla", le dijo a BBC Mundo Novo.

"Pero con los buenos resultados ahora hay un gran entusiasmo", explicó.

Aún así, el impacto sobre la imagen de Colombia en el extranjero probablemente será la principal herencia de un Mundial que también se tradujo en un pequeño aumento en el número de turistas.

Según las autoridades migratorias, entre el 10 de julio y el 15 de agosto ingresaron a Colombia 73.681 nacionales de los países participantes, lo que representa un aumento de 11,58% con relación al mismo periodo el año pasado.

Y el legado mundialista también incluye ocho estadios completamente remodelados, que hasta antes de la final habían recibido a más de 1,2 millones de fanáticos, para romper el récord histórico de asistencia de los Mundiales Sub 20.

Las instalaciones comparten además una característica impensable hace algunos años: carecen de vallas para separar a los espectadores del terreno de juego.

Es, tal vez, sólo un pequeño detalle.

Pero también un buen símbolo de cómo Colombia está cambiando